Reflexiones sobre la educación a distancia

22.07.2011 20:02

 

La sociedad del conocimiento demanda nuevas formas de enseñanza, siendo la Educación a Distancia (EaD) la que mejor se adapta a las necesidades actuales en un tiempo en que el estilo de vida y las situaciones laborales así lo demandan. En tal sentido la EaD encierra unas características favorables cuyo énfasis se fundamenta en la interrelación no presencial entre el maestro y el alumno, la separación física de ambos en tiempo y espacio, la comunicación a través de una interacción no física, que se da por medio de herramientas de las tecnologías de información y de las comunicaciones.

 Lo anterior permite que un alumno, desde cualquier punto geográfico, con la guía de un maestro tutor, pueda realizar sus actividades de aprendizaje con ritmo propio y autonomía para reportar las evidencias de aprendizaje a ese tutor, a través de variadas formas de construcción del conocimiento y utilizando los diversos medios tecnológicos de que dispone.

Son muchas las formas de ver esta realidad de la EaD. En tal virtud en el presente trabajo se ofrece algunas reflexiones del panorama característico de la misma  y su relación con la enseñanza y el aprendizaje desde la perspectiva de los actores, haciendo énfasis en  los ambientes de aprendizaje y la participación de  estudiantes y tutores, quienes realizan directamente la interacción ya que cada uno de ellos tiene sus formas de ver, valorar  y apreciar esta innovación educativa.

 

 

 

 

Los ambientes de aprendizaje en la Educación a Distancia

Una de las características más importantes de la EaD es la comunicación no directa, ya que en el transcurso del proceso de enseñanza-aprendizaje, el alumno se encuentra a cierta distancia del profesor. Sin embargo, esta supuesta distancia se acorta debido a la interacción constante sincrónica y asincrónica que ocurre en el conjunto de entornos donde, con base en un programa académico, se lleva a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje.

 Este espacio, denominado como espacio virtual (Peters 2002) y ambiente de aprendizaje (Enríquez V, 2008, p. 267), se refiere a los entornos virtuales de trabajo, donde se disponen diversas herramientas, materiales y servicios que permiten que profesores, estudiantes y académicos puedan realizar sus respectivas tareas en un entorno digital.

En un sentido más concreto estos ambientes o espacios virtuales están configurados en lo que llamamos plataforma de aprendizaje, en la cual según se ha podido observar,   los elementos que convergen están eficazmente planeados para desarrollar procesos pedagógicos en un modelo institucionalizado de educación. Se utilizan medios tecnológicos para relacionar a profesores y alumnos y transmitir los contenidos del curso a partir de la  provisión de medios de comunicación de dos vías que permiten el establecimiento del diálogo.

El entramado en estos ambientes suscita la colaboración en los alumnos, les ayuda a centrarse en los aprendizajes, mejora la motivación y el interés, favorece el espíritu de búsqueda, promueve la integración y estimula el desarrollo de ciertas habilidades intelectuales tales como el razonamiento, la resolución de problemas, la creatividad y la capacidad de aprender a aprender.

Estos ambientes requieren de un estudiante que tome parte activa en el aprendizaje, que sepa aprender en multiplicidad de entornos, que sepa personalizar el aprendizaje y que construya en base a las necesidades específicas. Se sitúan en la línea de las teorías constructivistas, pues promueven estrategias de aprendizaje que hagan de los alumnos elementos activos y dinámicos en la construcción del saber, permitiendo al alumno un alto grado de autonomía no solo en lo organizativo sino también en el modo de aprender y esto lo lleva a conocer y determinar los patrones predominantes en su estilo de aprendizaje personal. El uso eficaz de estos entornos o plataforma, demanda de un manejo adecuado de la tecnología por parte de los docentes y estudiantes, pues aunque la tecnología no tiene fin en sí misma, es un elemento fundamental que sirve de canal conductor de las informaciones necesarias para un aprendizaje flexible y abierto. 

Relación de las tecnologías con  la educación a distancia

Pastor (2005) manifiesta que la EaD deberá ser capaz de atender a formar personas capaces de entender y aplicar la tecnología a los procesos de producción y poder acceder a empleos diferentes a los tradicionales en puestos que precisen conocimientos de la tecnología. Esto significa que  la tecnología tiene algunos retos que deberá cumplir respecto a la educación, estos retos “deberán ser evoluciones en las formas de concebir, planear, implementar y evaluar las acciones educativas en el contexto social” Navarro, (2010, p.8)  En tal sentido la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en su documento sobre los estándares de Competencia en TIC plantea: preparar estudiantes, ciudadanos y trabajadores capaces de comprender las nuevas tecnologías tanto para apoyar el desarrollo social, como para mejorar la productividad económica (UNESCO, 2008, p.8).

El avance vertiginoso de la tecnología arrastra de forma irremediable a la educación que vuelve prioritario establecer directrices que le den un rumbo y ritmo apropiado a la educación respecto a la tecnología, en este sentido Norman (2000) plantea el hecho de tomar en cuenta el diseño de tecnología pensando en el ámbito educativo. De tal manera que se tiene que buscar que sean los recursos tecnológicos; entornos virtuales e Internet,  los que deban girar alrededor del acto educativo; los aspectos cognitivos y la pedagogía de enseñanza y no a la inversa.

Las tecnologías son un aporte importante para el desarrollo de la EaD, pero no es la solución a las necesidades de conocimiento, hay que considerar que éstas son sólo un recurso de apoyo y no resuelve por sí los problemas del proceso enseñanza-aprendizaje. El éxito del  proceso de enseñanza-aprendizaje radica en la relación entre el alumno y el diseño pedagógico y la práctica didáctica de los docentes. La tecnología es importante y necesaria, juega un papel fundamental pero no es por sí sola la solución al aprendizaje son los profesionales de la educación, los responsables de los procesos que orientan la incorporación y producción de conocimientos en el estudiante a través de la construcción del aprendizaje significativo que cada uno hace a partir de su propia experiencia y el contacto con los nuevos contenidos que va interiorizando.

Ha de considerarse que  el papel  de la tecnología y el papel del profesor es importante, pero también lo es el que desempeña el alumno, ya que, si el alumno no propicia una actitud positiva para la construcción activa de sus conocimientos  con el uso de los medios tecnológicos la acción educativa fracasará.

 

 

Papel y perspectiva del estudiante sobre el aprendizaje a distancia

Algunas de las características relevantes de los estudiantes a distancia es que se trata de adultos que trabajan, tienen necesidades de innovarse y con ello mejorar sus condiciones profesionales de desempeño para ser mejor cualificados por su institución, puede ser también  para mejorar sus expectativas vocacionales y/o conseguir un mejor trabajo. Por tanto la motivación por estudiar es intensa y con objetivos claros, lo que implica que  el estudiante debe obtener aprendizajes significativos.

El papel del estudiantes de EaD es entonces, responsabilizarse de la organización de su trabajo, de la adquisición de conocimientos, y asimilación de estos a su propio ritmo, constituye una recepción y procesamiento de algo que el alumno no tiene y no puede alcanzar por exclusivos medios propios, pero que puede lograrse con el apoyo del profesor o tutor del programa mediante el aprendizaje colaborativo, cooperación-transacción entre el estudiante, los medios, profesores y compañeros (García, 2006). Son los estudiantes y tutores quienes realizan directamente la interacción ya sea a distancia o mediada por las tecnologías de la informática y la comunicación para el logro del aprendizaje a distancia.

            El aprendizaje a distancia supone un contexto para trabajar desde una perspectiva constructivista, donde los estudiantes están expectantes en su función de participantes automotivados, autodirigidos, interactivos, colaborativos, etc., en su separación física del docente (García, 2006).  En ese sentido, es necesario que el estudiante domine ciertas técnicas de trabajo intelectual, sobre todo las referidas al estudio independiente y a la realización de acciones apoyadas en el trabajo colaborativo.

El estudiante deberá dominar una serie de destrezas: conocer cuándo hay una necesidad de información, identificar esta necesidad, saber trabajar con diferentes fuentes y sistemas simbólicos, dominar la sobrecarga de información, evaluarla y discriminar su calidad, organizarla, tener habilidad para la exposición de pensamientos, ser eficaz en el uso de la información para dirigir el problema, y saber comunicar la información encontrada a otros.

Generalmente lo que induce a un estudiante a tomar este modelo de aprendizaje son las razones que recaen en la flexibilidad en los factores de tiempo, la comodidad y los costos que son comunes en este modelo de educación (Sánchez, 2002).  En la mayoría de los casos tenemos múltiples tareas, pluralidad de empleos, compromisos y actividades familiares y sociales, por lo que el estudiante a distancia utiliza esta modalidad para poder potenciar el tiempo de que dispone.

De igual manera la comodidad que se experimenta  en el sentido de estar en un lugar conocido y familiar, donde el estudiante se siente a gusto y puede realizar labores de estudio, al mismo tiempo que atender a su familia, donde tienen a disposición herramientas como escáner, impresora, textos y acceso a internet, sin presiones para su uso como en la universidad o un café internet. 

Los costos son otra característica que el estudiante aprecia en este modelo, los bajos costos que implica el estudiar, la adquisición de materiales que por lo general se consiguen en internet o son proporcionados por la institución y el no traslado a las instalaciones, son factores que promueven el modelo entre las personas que ven en esta oferta la oportunidad de ingresar a la educación superior, por ejemplo.

Existen también desventajas que se pueden percibir en este modelo de EaD, por ejemplo, no siempre se realiza a tiempo la retroalimentación, ya que la mayoría de las veces hay que esperar terminar el trabajo o tarea y entregarlo sin que se retroalimente en el mismo proceso de su construcción. Por otro lado aclarar dudas por correo o por chat no es fácil y el trabajo colaborativo a veces es muy difícil debido a las diversas circunstancias de los miembros de un equipo.

El proceso de enseñanza a distancia desde la perspectiva del profesor o instructor

            Hiemstra y Sisco (1994) consideran que gran parte del esfuerzo de los maestros de enseñanza en línea depende de varios factores, entre los que destacan: la naturaleza del contenido, la tecnología utilizada, la calidad de la experiencia de aprendizaje y la habilidad del maestro para responder a las diferencias entre los estudiantes.

            Un maestro desarrolla sus materiales de enseñanza, generalmente para un grupo grande de similares características y un tutor se concentra en un estudiante en particular y relacionan el material de acuerdo a cada tipo de estudiante. Otra característica de un docente o instructor de la enseñanza en línea aparte de tener facilidad de comunicación es que debe tener el deseo de realizar un trabajo centrado en el estudiante a lo que supone que debe ser hábil para escuchar, presentar respeto a las personas, voluntad para invertir mucho esfuerzo con un estudiante, disposición para enfocar los contenidos de diversas maneras y voluntad para pensar en muchos aspectos educativos.

            En un curso en línea, el estudiante entra en contacto con los contenidos del curso o de la materia y el maestro asume el rol de facilitador educativo. Por lo tanto no muestra restricción al estudiante para que explore los materiales del curso así como otros relacionados. Su función es tratar de motivar a sus estudiantes para que avancen y profundicen en los contenidos de acuerdo a sus posibilidades.

      Dado el papel activo que juegan los estudiantes de la educación a distancia, el maestro requiere habilidades y apertura para la negociación de contenidos, actividades y productos de aprendizaje y maneras de evaluar.

La fragmentación sociocultural y el aislamiento del estudiante son factores que hacen pensar en la necesidad de recompensar los programas de educación a distancia o virtual con instancias presenciales. Pero se conoce que esto resulta caro y no siempre se puede asistir. Sería bueno repensar las formas para potenciar las herramientas que los soportes virtuales ofrecen de manera que se pueda construir los lazos afectivos que toda acción pedagógica supone, por ejemplo, que el tutor participe en las reuniones con los equipos de trabajo y en los foros de debate, de manera que los estudiantes no se sientan tan solos.

 

Es clara la flexibilidad que el modelo de EaD brinda a los estudiantes, flexibilidad en horarios y en la entrega de trabajos, en la comunicación con tutores y compañeros, en el manejo de la situación familiar y académica, pero es necesario como estudiante, tener disposición, actitud positiva frente a la necesidad de cambio, la responsabilidad, disciplina y autodeterminación, poseer elementos específicos para poder desarrollar adecuadamente las actividades que se le soliciten, principalmente debe tener habilidades mínimas de uso de las tecnologías para evitar inconvenientes en la realización de sus trabajos y en sus encuentros con compañeros y tutores.

El tutor por su parte es el encargado de dar la cara en representación de la institución y es él, en muchos casos, quien tiene la responsabilidad de generar los materiales, hacer el diseño de los mismos, comunicarlos a los estudiantes con la ayuda de diversos medios y evaluarlos. La visión que del proceso tiene el tutor varía pero mantiene una constante que es que este medio de educación es una alternativa clara para aquellos sectores que no pueden acceder a una educación de tipo presencial en los diferentes niveles.

 

Referencias

Enríquez Vázquez, Larisa (2008). “Ambientes de aprendizaje en la educación el futuro”. En: El futuro de la educación a distancia y del e-learning en América Latina. Una visión prospectiva. México, ILCE, pp. 267 Disponible en https://investigacion.ilce.edu.mx/cuestionario.asp?id=372&db=idme

Navarro, R. E. (2010). Entornos virtuales de aprendizaje. La contribución de lo “virtual” en la educación. Revista Mexicana de Investigación Educativa.  

Norman, D. A. (2001). El ordenador invisible: por qué los buenos productos pueden fracasar, los ordenadores personales son tan complicados y las aplicaciones informáticas son la solución. España: Paidós.

Pastor, A. M. (2005). La Educación Superior a Distancia en el nuevo Contexto Tecnológico del Siglo XXI. Revista de la educación Superior: 136, 77-93.

Pérez Fragoso, C. y otros. (2005). Educación abierta y a distancia: Experiencias y perspectivas. Guadalajara, México: UDGVirtual. Cap. 1 (pp.19-37) y Cap. 3 (pp. 57-66). ISBN: 970-27-0824-9. Disponible en-línea: https://docs.google.com/viewer?a=v&q=cache:UGu855nSVVgJ:ead1.unifacs.br:8090/

Peters, Otto. (2002). La Educación a Distancia. Nuevas Tendencias y Retos. México: Innova, Universidad de Guadalajara.

Sánchez. (2002).Ventajas e inconvenientes de la Educación a Distancia. Resultados de una experiencia con alumnos universitarios. Tercer congreso virtual. "Integración sin Barreras en el Siglo XXI"

UNESCO (2008). Estándares de competencia en TIC para docentes, Londres. Consultado el 10 de noviembre de 2009, en: https://cst.unescoci.org/sites/projects/cst/default.aspx.